
No hay nada como las improvisaciones, las cosas inesperadas. Sobre todo, las que una no espera de sí misma. Si alguien me hubiera dicho dónde iba a acabar después de un día de barbacoa, no me lo hubiera creído. Y no, esta vez la cosa no tiene que ver con un hombre ni una nueva experiencia erótico festiva. Sino con... 22 hombres. Y una pelota. Para todo hay una primera vez en la vida y yo ese día tuve dos: Mi primera vez en el Camp Nou y mi primera vez en un partido del Barça. ¡Chispas!
El Camp Nou no lo había visitado yo ni para ir a ver un megaconcierto y al Barça solo lo había visto en la tele. Aparte de eso, mi único contacto con el mundo culé se limitaba a una vez que me estrellé contra Guardiola, literalmente, en un centro de ocio, hace ya unos cuantos añitos y cuando él era todavía jugador y una auténtica estrella.
¿Y qué impresiones saqué yo de aquel día?
- Que el Camp Nou es muy verde.
- Que huele a bocata de atún o de tortilla de patatas.
- Que sin un locutor comentando las jugadas tenía una extraña sensación de soledad entre la masa, solo perturbada por un señor que no dejaba de increpar a Sergio Busquets.
- Que Puyol se mueve mucho y desde donde yo estaba, se le reconocía por la melena.
- Que al principio me decepcioné un poco porque no estaba Piqué. Con este sí que me di cuenta de que no estaba porque es muy alto y rubio (como la cerveza) y en el campo no había nadie con esas características, (Ibrahimovic es alto pero no rubio, como la cerveza negra). Al final el bigardo salió en la segunda parte y fui feliz.
- Por otra parte, me llevé una agradable sorpresa con la persona que me invitó. Los dos somos igual de tímidos y aunque creo que existe simpatía mutua, nos cuesta un poco hablar cuando de repente nos hemos encontrado a solas. Pues nada de eso. Ver el partido con él fue fantástico, porque tiene un maravilloso sentido del humor y el partido, que resultó ser muy aburrido, con sus explicaciones fue mucho mejor.
Ala, ya está, ya he escrito algo. A ver si así dejáis de reñirme un rato...