miércoles, 8 de julio de 2009

La Estación de Chatelet
















Si habéis estado en Paris, es bastante probable que conozcáis la estación de Chatelet. Uno de esos puntos de confluencia de varias líneas de metro, tren y miles y miles de personas de camino al trabajo o a donde quiera que vayan. En todas las ciudades suele haber una o varias estaciones como esta. Un lugar en el que, si no estás demasiado acostumbrado a las multitudes, puedes sentirte muy, pero que muy pequeñito e intimidado, con ese transbordo con cuatro pasillos diferenciados, dos pasarelas correderas, de un solo sentido (si no lo tienes en cuenta, corres el riesgo de morir pisoteado).

La cuestión es que me trasladaba yo por una de esas pasarelas, contemplando la marea humana mientras intentaba no despistarme demasiado, cuando se me paso por la cabeza la imagen de una pastora de cabras de, pongamos, el monte Atlas a la que de repente dejaran abandonada allí en medio. Con las cabras.

Como la imagen me hacia tanta gracia, al llegar a casa de Hervé, el amigo que me tiene alojada, se la expliqué. Y él, muy tranquilo, me contestó que si en los Champs Elisés plantan trigo y en el Sena se montan una playa en verano, tampoco sería tan raro que un rebaño de cabras se estableciera en la estación de Chatelet. Qué nostalgia de la naturaleza, por Dios.

2 comentarios:

Insonrible dijo...

¿Pero son cabras o son chotas, señora? Espero que, al menos, las cabras hablen francés y pueda aprovechar sus clases. ¿Cómo van? ¿Estás très contente?.

Closeau dijo...

Como chotas creo que lo estan todos debajo de esa fachada imperturbable. Las clases bien, aunque podria ser la madre de la mayor parte de la clase